Al caminar por la Calle Mayor de Alcalá de Henares, lo primero que llama la atención es su extensión: casi 400 metros de largo y unos 8 metros de ancho. No es una calle cualquiera: es la calle soportalada más larga de España, y una de las más largas de toda Europa. Sus soportales de piedra recorren ambos lados de principio a fin, formando una galería continua que protege del sol y la lluvia, y que ha sido testigo del comercio, la vida vecinal y los encuentros durante siglos. En los años 1986 y 1987, la calle vivió una gran transformación: fue peatonalizada, y el antiguo asfalto dio paso al empedrado de granito que hoy la caracteriza, devolviéndole parte de su encanto histórico. Desde entonces, el paseo por ella se hace tranquilo, ideal para disfrutar de su arquitectura y sus tiendas tradicionales. A lo largo de su recorrido, la calle guarda auténticos tesoros monumentales. En el número 48 se encuentra el Museo Casa Natal de Cervantes, donde, según la tradición, nació el autor de Don Quijote de la Mancha. Es uno de los lugares más visitados de Alcalá, lleno de objetos y recreaciones que muestran cómo era una vivienda del Siglo de Oro. Muy cerca, otros edificios completan este recorrido histórico: el Hospital de Antezana, fundado en el siglo XV y todavía en funcionamiento; el Convento de las Carmelitas Descalzas de la Concepción; la Casa de la Calzonera; y la residencia de la familia de Manuel Azaña, quien sería presidente de la Segunda República Española.
Al caminar por la Calle Mayor de Alcalá de Henares, lo primero que llama la atención es su extensión: casi 400 metros de largo y unos 8 metros de ancho. No es una calle cualquiera: es la calle soportalada más larga de España, y una de las más largas de toda Europa. Sus soportales de piedra recorren ambos lados de principio a fin, formando una galería continua que protege del sol y la lluvia, y que ha sido testigo del comercio, la vida vecinal y los encuentros durante siglos. En los años 1986 y 1987, la calle vivió una gran transformación: fue peatonalizada, y el antiguo asfalto dio paso al empedrado de granito que hoy la caracteriza, devolviéndole parte de su encanto histórico. Desde entonces, el paseo por ella se hace tranquilo, ideal para disfrutar de su arquitectura y sus tiendas tradicionales. A lo largo de su recorrido, la calle guarda auténticos tesoros monumentales. En el número 48 se encuentra el Museo Casa Natal de Cervantes, donde, según la tradición, nació el autor de Don Quijote de la Mancha. Es uno de los lugares más visitados de Alcalá, lleno de objetos y recreaciones que muestran cómo era una vivienda del Siglo de Oro. Muy cerca, otros edificios completan este recorrido histórico: el Hospital de Antezana, fundado en el siglo XV y todavía en funcionamiento; el Convento de las Carmelitas Descalzas de la Concepción; la Casa de la Calzonera; y la residencia de la familia de Manuel Azaña, quien sería presidente de la Segunda República Española.

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